
Noboa, presidente actual del Ecuador ha instaurado un proceso autoritario, rayando en lo dictatorial a partir de establecer una forma de política transaccional, pues es el único escenario donde sabe moverse: comprar o vender. Para él todo es un negocio: compra jueces, consejeros del CNE, asambleístas, alcaldes, prefectos, Fiscalía, Contraloría, concentrando todo el poder en él, la única entidad aún no copada, totalmente, es la CNE. Compra periodistas y ha comprado incluso medios de comunicación alternativos, testaferros de por medio. Y a quienes no ha podido comprar, ha perseguido, atacado y violentado, usando de todos los recursos del estado: Fiscalía, SRI, juzgados, entre otros, incluso ha deportado a extranjeros incómodos para su locura autoritaria.
Ha endeudado al país, sin beneficio alguno, incluso para pagar gasto corriente. No solo la economía se ha ido a pique, sino también la producción. Ahora la economía del país no termina de colapsar por dos motivos: las remesas de los ecuatorianos en el exterior, cuyos envíos han crecido en los últimos años, sin recibir ningún apoyo del gobierno; y, lo grave en realidad, por la economía narco, permeando todos los estamentos de la sociedad. Y no existe, desde ninguna instancia, un plan básico y mínimo para controlar la incidencia del narco en todo ámbito.
La violencia en el país no cesa: ya vivimos el año más violento de la historia del país. La segunda causa de muerte en niños y adolescentes en Ecuador, hoy, es la violencia; la cual, gracias a medios y narrativas, se ha normalizado, recubierta de aporofobia y racismo: “allá que se maten ellos”, las personas “de bien” están lejos de todo esto acurrucados en sus bunkers.
Y por fin, un gigantesco aparataje -algunos hablan de 120.000 trolls- de propaganda para establecer narrativas para justificarse, siempre hay un enemigo maldito que le impide gobernar y le boicotea, él nunca es el responsable de nada. Narrativas sobre lo “bien” que va el país, lo heroico y magnífico que él es: su ego es inversamente proporcional a su tamaño físico y mental.
Periodistas, medios enteros e influencers pagados, son parte de este perverso proceso al mejor estilo de Goebels, pero lo cierto es que la economía no da más: los índices de desempleo, de pobreza y de miseria, de crecimiento económico y de producción real, no financiera, son abrumadores.
A eso se suma que la ejecución presupuestaria del estado, no ha llegado ni al 31% al mes de agosto, es decir, no gastan ni invierten el dinero estatal, porque no saben cómo hacerlo ni les interesa.
Vivimos una plutocracia donde el poder económico total y el poder político total viven un himeneo incestuoso y perverso: no sé cómo la gente creyó que era buena idea que el tipo más rico del país sea presidente: casi toda la droga de Ecuador sale en cargamentos de banano ¿quién es el mayor exportador de la fruta en el país? Une los puntos.
Texto: Diego Carrasco
Poesía: Elisa Carrasco (Lugares.org)
Diego Carrasco es director teatral, docente e investigador ecuatoriano vinculado a la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca. Formado en Dirección de Teatro en el Instituto Superior de Artes de La Habana (Cuba), ha desarrollado una amplia trayectoria en la creación escénica, la docencia y la reflexión sobre el teatro contemporáneo en Ecuador. Fundador del Laboratorio de Teatro Antropológico, su trabajo explora las relaciones entre arte, política y cultura desde una perspectiva crítica y latinoamericana.


